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La conquista española trató de inculcar en los pueblos mayas la religión católica. Pero no se vaya a creer que los misioneros católicos hayan logrado establecer a cabalidad su doctrina; no, con el tiempo emergió una nueva religión de los nativos que resultó ser una mezcla de los ritos católicos y los ritos ancestrales de los mayas. Precisamente es a esta combinación de credos a la que muchos estudiosos se refieren con el nombre de sincretismo religioso. En la foto de abajo vemos a una indígena, en la iglesia de chichicastenango, sentada curiosamente frente a un pequeño altar a punto de iniciar sus practicas religiosas. La iglesia católica principal de Chichicastenango ofrece en la nave central varios altares dedicados exclusivamente para las prácticas religiosas de los nativos mayas. Es impresionante ver a los indígenas cuando acuden masivamente a la iglesia a manifestar con mucha devoción su fe. Desde hace ya mucho tiempo se ha venido estudiando el sincretismo religioso de los mayas. Entre los primeros documentos de divulgación, respecto a este tema, tenemos un pequeño ensayo realizada por el conocido escritor Aldous Huxley a su paso por Guatemala en 1933. Este pequeño ensayo fue publicado por el Seminario de Integración Social Guatemalteca bajo el nombre de Prácticas religiosas en Mesoamérica, y traducido del inglés al español por el doctor Luis Luján Muñoz..
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Muy conocidos popularmente, a lo largo y ancho de todo el país, son los denominados chamanes, tanto hombres como mujeres. Estos individuos practican diversidad de ceremonias, generalmente en lugares al aire libre, muchas veces en los sitios reconocidos por los mayas como sagrados. Algunas de estas ceremonias van encaminadas para purificar espiritualmente a las personas que se les administran, pero otras veces su intención son aspectos de índole más práctica, como traer prosperidad a un negocio, curar enfermedades o incluso causarle perjuicios a ciertas personas. En la foto de abajo contemplamos a una pareja, en el momento justo de llevar a cabo una ceremonia en el sitio denominado la Piedra de los Compadres,Chiquimula, muy cerca de Esquipulas. No es raro que los lugares de devoción sean accidentes naturales como este par de piedras o a veces también, cuevas. En el caso de las cuevas estas pueden incluso ser hechas por el hombre con fines de culto.
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Existen ídolos paganos que son venerados en distintas regiones de mesoamérica, con características muy particulares apartadas de los atributos típicos de los santos católicos, tal el caso del conocido Maximón. Este personaje, conocido como el Gran Abuelo o el guardián protector de la etnia de los tz´uitujil, detenta mucha devoción entre los pobladores de Santiago Atitlán y sus alrededores, tiene una cofradía bien organizada y rica que vela por mantener bien atendido al santo o ídolo pagano. A tal punto ha crecido la fama de Maximón que se ha convertido en un atractivo turístico para los visitantes del mencionado poblado de Santiago Atitlán. Maximón se remonta a la antigua divinidad maya de Rilaj Maam, ya mencionada en el Popol Vuh. Los creyentes que adoran a Maximón acuden con ofrendas de alcohol, cigarrillos de tabaco, tal y como se puede apreciar en la foto de abajo.
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Los Chamanes no son sólo individuos del sexo masculino, es muy frecuente ver también mujeres que ejercen este oficio, tal y como la que vemos en la foto de abajo. Desde siempre ha existido la mujer chaman y sus funciones son muy apreciadas en las comunidades indígenas y también ladinas. Por su condición de mujeres se les atribuyen funciones especiales que las vuelven indispensables. El chamanismo, en general está muy difundido y podemos acceder a varios sitios que nos ilustran más al respecto: chamanes del mundo o bien el interesante documento sobre hechiceras, brujas, chamanas y sanadoras.
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Uno de los aspectos más sobresalientes en el sincretismo religioso maya es la naturaleza politeísta que practican las etnias indígenas. Desde la época prehispánica, la religión maya estuvo configurada por un panteón de divinidades a los cuales se vinieron a incorporar los seres sobrenaturales traídos por los conquistadores. En la concepción indígena no sólo se dio una confrontación territorial sino también religiosa, y en esta última salieron victoriosos las deidades españolas en el pensamiento de los nativos. Pero lo anterior no fue motivo para que ellos dejaran a un lado a sus dioses. En buena medida la religión traída por los españoles dejaba un gran vacío en muchas de las funciones vinculadas con el hogar y la tierra que antes auspiciaban muy bien los dioses locales. En parte por eso y algunas otras razones, las deidades ancestrales no fueron reemplazadas totalmente por las figuras de la nueva religión de los conquistadores. En la foto mostramos la representación de una probable divinidad maya, muy bien conservada en las magnificas pinturas murales de San Bartolo realizadas aproximadamente 100 años antes de Cristo, en el Petén, Guatemala.
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